SIREM es el Sistema Integrado de Receta Electrónica de MUFACE para el colectivo mutualista con adscripción a Entidades de Seguro para las prestaciones sanitarias.

En abril de 2025 se remitieron dos cuestionarios a mutualistas de opción concertada y a médicos de las entidades aseguradoras. En el primer caso se enviaron directamente por MUFACE a las personas encuestadas y, en el segundo,  a través de las entidades ASISA y ADESLAS.

Ambos cuestionarios se refieren a la satisfacción con el servicio en las comunidades donde está implantada la receta concertada, así como a la propuesta de mejoras en relación con la misma, en su uso en calidad de facultativo. Mutualistas y médicos de entidades concertadas son la piedra angular de la extensión del sistema.

Hay que tener en cuenta que en el momento de publicación de resultados (diciembre de 2025) ya se ha implantado SIREM en 13 comunidades, Ceuta y Melilla, y que después de abril entraron en el sistema Aragón, Galicia, Castilla-la Mancha, Madrid y País Vasco.

Esto hace que esta encuesta deba ser reiterada cuando el sistema esté más maduro y el proyecto SIREM esté implantado en todo el territorio. Sin embargo, los datos aportados son de gran interés y ya han servido para introducir mejoras.

En el mes de abril de 2025 se difundió la encuesta a los mutualistas de aquellas provincias donde ya estaba implantada la receta electrónica concertada, para conocer su grado de satisfacción con el sistema.

La encuesta constaba de 15 preguntas distribuidas en cuatro partes: una con información general, una sobre su opinión acerca de la implantación en su provincia, una sobre su opinión del funcionamiento del sistema y la última del nivel de satisfacción global. Al final se incluyó una pregunta abierta para permitir a los mutualistas aportar cualquier sugerencia para mejorar el funcionamiento de la e-receta. 

Puesto que el colectivo susceptible de responder a la encuesta era superior a 200.000 mutualistas, con el fin de obtener una muestra representativa se optó por distribuir ésta a un 10% del total, seleccionando un total de 20.000 mutualistas con base en  los siguientes criterios:

• Personas mutualistas pertenecientes a las provincias con SIREM (receta electrónica concertada) ya implantada
• De ellas, se seleccionaron aquellos pertenecientes a entidades concertadas
• De ellas, se realizó un reparto proporcional por provincia
• Se determinó para cada porcentaje el número de mutualistas correspondiente y se elaboró un listado aleatorio.

El número de respuestas recibidas fue de 3.122, lo que representa un 14%. La mayor parte de los encuestados que han respondido son personas que adquieren regularmente medicación (57%), de ahí su interés en mostrar su opinión acerca del funcionamiento de la e-receta. Sin embargo, sólo un 49% la han empleado alguna vez la y un 19% de los que han respondido no la conocen.

De los que afirman que conocían la e-receta, la mayor parte se han enterado a través de la Mutualidad, bien a través de la web y redes sociales (45%) o a través del correo electrónico informativo que se envió al ponerla en marcha (16%).

El papel de los médicos y farmacias en la difusión de SIREM es relevante. Juntos representan un 21%, pero sin duda es un hecho que se puede mejorar.

El uso de SIREM según el tipo de especialidad médica varía en cada una de las provincias. Según las respuestas, de manera global donde más se emplea es en los médicos de atención primaria con un 29%, seguido de los especialistas con un 12% y los centros médicos y hospitales, con un 10%.

En un 5% en médicos de atención primaria y en un 3% de los demás, el médico da a elegir al paciente la forma en la que dispensarle la receta. De hecho, si le han prescrito en papel, en un 11% de los casos ha sido a petición del propio mutualista.

En un 41% de los casos al paciente le han prescrito en papel a pesar de haber solicitado que lo hagan mediante el uso de e-receta.

En el 55% de los casos es el médico el que no dispone de este sistema y en un 11% se ha prescrito en papel debido a problemas técnicos en el momento de la prescripción. 

Otra de las piezas esenciales en el éxito de la implantación de SIREM es la dispensación. En la mayor parte de los casos (63%) no se producen incidencias o son incidencias menores que se resuelven rápidamente en la propia farmacia.

Las razones por las que falla el sistema se encuentran descritas en el gráfico siguiente, donde se observa que en la mayor parte de los casos el mutualista desconoce lo que ha sucedido.

No obstante, en un 19% de las razones aludidas se deben a problemas informáticos, en un 11% debido a la fecha de dispensación y las razones menos frecuentes son problemas con la prescripción médica y con la fecha de dispensación.

La percepción general de los mutualistas sobre el funcionamiento de SIREM es marcadamente favorable, tal y como se refleja en el gráfico siguiente, donde el color azul muestra las afirmaciones con las que los mutualistas se encuentran de acuerdo en mayor o menor medida.

La mayor parte de mutualistas coinciden en que se ahorra tiempo y burocracia, se evitan abusos y errores de dispensación, ahorra visitas al médico y se simplifica el proceso de visado, con lo que en general la opinión de los mutualistas sobre este nuevo sistema es favorable a su implantación.

En el mes de abril de 2025 se difundió la encuesta dirigida a los médicos de las entidades concertadas para conocer su grado de satisfacción con el sistema de receta electrónica concertada.

Esta encuesta constaba de 15 preguntas distribuidas en 4 bloques: datos generales, datos sobre la implantación, datos sobre el funcionamiento general y el nivel de satisfacción global.  Al final se incluyó una pregunta abierta para incorporar sugerencias.

Al haberse difundido la encuesta a través de las propias entidades se desconoce el número total de personas que la recibieron. El número de respuestas obtenidas fue 137, que, a pesar de ser bajo, es particularmente interesante, ya que su análisis ha permitido  detectar dificultades y propuestas de mejora.

Además, la mayor parte de los médicos que han respondido a la encuesta la utilizan siempre (53%) o al menos algunas veces (35%), lo que le da validez y fiabilidad a las opiniones que se reflejarán después. 

Una de las claves del éxito para el buen funcionamiento del sistema SIREM es el correcto funcionamiento de los sistemas informáticos empleados.

Por este motivo se preguntó a los encuestados sobre su impresión sobre la frecuencia con la que se producen incidencias informáticas.

En el gráfico siguiente se observa que sólo el 13% indica que se produce muy frecuentemente, lo cual es un indicador del buen funcionamiento de las distintas aplicaciones empleadas y su interoperabilidad. Uno de cada dos médicos que respondió declara tener incidencias a veces y un 27% indican que casi nunca.

En cuanto a las razones para no utilizar SIREM, en el segundo gráfico se observa que la más destacada es que no resulta cómoda de utilizar para los facultativos (27% de las respuestas recibidas) o que la herramienta es complicada o poco intuitiva (20% de las respuestas recibidas).

Resulta relevante también conocer cuál es la percepción de los encuestados sobre el funcionamiento de la e-receta concertada con respecto a la receta electrónica pública.

A la pregunta sobre qué sistema funciona mejor, para los que conocen ambos tipos de sistemas, la mayor parte considera que la pública es mejor (33%), aunque prácticamente en la misma proporción se encuentran los que indican que es mejor la concertada o que ambas son similares (34%). 

Uno de los objetivos de la encuesta era conocer la opinión general sobre el funcionamiento del sistema SIREM, por lo se propusieron una lista de afirmaciones para que valorasen su grado de acuerdo con las mismas, que se muestran en el gráfico que aparece a continuación.

En general,  los y las médicos consultados muestran su acuerdo con la formación recibida, aunque un 37% no están de acuerdo en mayor o menor grado. El éxito de la implantación de la e-receta depende en gran medida de la adherencia de los médicos prescriptores y la formación es uno de los puntos más estratégicos, por lo que, aunque el resultado no es desfavorable, se considera un dato mejorable.

La parte informática no parece suponer un gran problema: están en general de acuerdo con su funcionamiento y el soporte proporcionado, aunque todavía un 34% considera que desde su entidad no se le han proporcionado las herramientas tecnológicas necesarias para poder utilizarla.

• El 60% de los encuestados está de acuerdo en que la receta electrónica facilita el trabajo al médico, reduce la carga burocrática (54%), si bien el 62% considera que requiere que el médico realice trabajo administrativo innecesariamente.
• El 62% alega que les hace perder mucho tiempo en la prescripción, y al preguntar sobre si consideran que les permite dedicar más tiempo de calidad a sus pacientes sus respuestas se reparten prácticamente al 50% con una ligera ventaja de los que no están de acuerdo.
• Más del 65% indica estar de acuerdo o muy de acuerdo en que gracias a la e-receta se reduce el número de visitas a la consulta.
• En lo que respecta a los potenciales beneficios de la e-receta en general, los facultativos coinciden en que puede contribuir a la racionalización del uso de medicamentos (63% de acuerdo o muy de acuerdo), a la reducción de errores de prescripción (78% de acuerdo o muy de acuerdo), contribuye a hacer seguimiento de los pacientes (69% de acuerdo o muy de acuerdo) y ayuda a detectar posibles interacciones medicamentosas y efectos secundarios (76% de acuerdo o muy de acuerdo).
• El 81% está de acuerdo o muy de acuerdo con la utilidad de este sistema para prescribir a pacientes crónicos y el 80% consideran que debería estar conectada con la historia clínica digital del paciente.
• La respuesta en la que los médicos han manifestado más claramente su coincidencia es que el sistema debería facilitar la comunicación entre médico y farmacia para comunicar errores de prescripción y otras circunstancias, en la que el 92% han manifestado estar de acuerdo o muy de acuerdo.

A modo de conclusión de los datos arrojados por estas encuestas de abril de 2025 se puede decir que las mismas han sido de gran utilidad para introducir mejoras, a través de un mejor conocimiento de las expectativas y satisfacción de los usuarios. Como ya se ha dicho, son mutualistas y médicos los grupos de interés principales en una correcta extensión de SIREM.

Esta encuesta tendrá continuidad en otros ejercicios, una vez sea implantado SIREM en todas las Comunidades Autónomas.